domingo, 25 de septiembre de 2011

La solidaridad del hipocrita.-

Cuando era pequeño, cerca de la casa donde vivo, vivía Juan Francisco y como nuestras abuelas tenían mucha afición a hacer puntilla e intercambiaban asiduamente inquietudes, motivó nuestra amistad. Juan Francisco tenía muchos juguetes que por cierto, todos eran míos y yo, cuatro tebeos estropeados que también eran míos.
Desde hace unos años se nos cae la baba pronunciando la palabra solidaridad hasta el nivel de autoconvencernos de lo muy solidarios que somos, llegando a pensar ser muchísimo más solidarios que el resto de las personas de nuestro entorno y especialmente, cuando estamos en público y precisamos cacarear nuestras virtudes.
Esta semana pasada intenté acceder con mi ordenador portátil a la red de Internet para consultar mi correo electrónico y le pedí al inventillo que me buscase las conexiones más próximas, de tal suerte que pillé ocho líneas de acceso, por cierto, todas cerradas con candado, para que nadie se las llevase a su casa. Ahora entiendo lo insolidario que se puede llegar a ser ofreciendo una conexión wifi del tipo http://www.ruralwifi.net/.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Dejar salir antes de entrar.-

Las personas públicas de nuestro país, han querido manifestar transparencia al resto de los ciudadanos y han publicitado su patrimonio, lo que ha motivado un acceso masivo de cotilleo para saber de sus propiedades, motivando el bloqueo del espacio web por una gran afluencia de chismosas vistas y acreditando que la frase de que en Internet cabemos todos, no llega a ser del todo cierta a tenor de los comentarios televisivos de estos últimos días sobre su colapso.
Personalmente me trae sin cuidado la situación del resto de mis vecinos por tener obligaciones más importantes en las qué pensar y atender y no digamos del patrimonio de los alejados, pero en este caso, lo importante no es lo declarado a la entrada de la legislatura sino también, la correspondiente declaración a la salida que, en el supuesto caso de no existir acumulación ni generación, debería ser coincidente.
Porque si bien es cierto que todas las personas somos iguales ante la Ley, habrá que empezar a valorar si la Ley es igual para todas las personas, ya que mientras unas exigen sus derechos de ayudas a las Instituciones, las otras son quienes atienden formalmente la obligación de pagar los Impuestos o Contribuciones.

sábado, 10 de septiembre de 2011

La salpicadura de un estornudo divino.-

Por suerte para la humanidad hay un problema con el documento aduanero en formato papel que acompañaban las expediciones de licor. Desde primeros de enero tales documentos en papel ya no están permitidos y sólo los documentos electrónicos se admiten como válidos, haciéndose necesario confeccionar el documento electrónico (EMCS) para entregas reglamentarias.
Sin instrucción previa pero, gracias a mi pericia, arrojo y valor, accedo a pecho descubierto al intríngulis del vericueto Administrativo online como un D'Artañan o cualquiera de los tres Mosqueteros del siglo XXI se tratase. En un auténtico campo minado de dificultades, como Rambo online voy salvando los errores que se me presentan y que solo un destilator puede atender las zancadillas del computador para, conseguir que el documento electrónico esté Terminator.
En ocasiones pienso que al nacer, debí recibir la salpicadura de algún estornudo divino en mi cabezota porque, no me reconozco ni a mi mismo. Si difícil es el aprender, imaginemos como debe ser el saber sin haber aprendido.