miércoles, 30 de julio de 2008

La importancia de tener amigos guapos.-

A mis habituales lectores, les he tenido unos días muy abandonados pero ahora, con la ayuda del ordenador limpio de virus, intentaré aparecer por la red de Internet con mis ocurrentes comentarios.
Durante quince días he estado superobligado y desconcertado para poner en marcha esta infernal máquina computerizada y si no llega a ser por la ayuda de mi amigo Rafael, esto tenía muy mala cara, aunque en verdad, fue realmente Juan Luis con un comentario que parecía intrascendente, quien nos abrió la imaginación de forma que rápidamente entre todos, encontramos la solución a un problema que tanto Rafa como Juan Fris y yo mismo, lo veíamos bastante turbio por no decir negro.
Parece ser que debido al tráfico internáutico que mantengo, debieron colarse algunos virus en la memoria del mi computadora y mientras operaba con ella, ora se escondían varios virus por acá, ora se desplazaban otros por allá, hasta que de repente y sin previo aviso, mordieron al sistema operativo y me dejaron paralizado el ordenador. La computadora no funcionaba y cada vez que enchufaba el inventillo, me mostraba una irregularidad diferente en la pantalla. Toda una auténtica locura.
Ahora que entre todos, hemos conseguido que el ordenador del tío Julián funcione de nuevo, no lo hace al igual que lo hacía hace unos días, porque al parecer necesita de los drivers, de las configuraciones, de toda la parafernalia que tenía instalada sin saberlo pero como la capacidad del ser humano frente a la adaptación en ilimitada, con el tiempo, le pillo el truquillo y vuelvo a estar dando caña hasta que se paralice de nuevo.

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