lunes, 17 de julio de 2017

Balancearse con el esfuerzo ajeno.-

Cuando se trata de embaucar al currante hay que pensar con una propuesta ilusionante o por lo menos atractiva que despierte el interés con entusiasmo suficiente como para deslumbrar y a ser posible, también ocultar la realidad de las verdaderas virtudes presentadas que generalmente nunca alcanzan las excelencias prometidas o imaginadas.
De la cultura de nulo esfuerzo, gozamos de un estado de bienestar consecuencia de la herencia de los sacrificios de nuestros predecesores y confiamos obtener un alto valor añadido con solo incrementar el precio en la venta, sin aportar por nuestra parte el justificativo empeño de lo adquirido a bajo precio, porque solo nosotros nos consideramos merecedores de la tenencia y disfrute de todos los caramelos.
Las propuestas rimbombantes de transferencia científica, tecnológica e innovación, tienen poco recorrido en un mundo con incesante cambio legislativo en el que el cumplimiento del ordenamiento legal exige incremento de unidades en el sector servicios y nunca en el de producción, hasta el extremo que quienes apechugan, no pueden mantenerlas.

No hay comentarios: