sábado, 27 de septiembre de 2008

La prueba catalitica.-

¡Es tan bueno!, que es irresistible.
Hoy estoy comprobando las características de un lote de fabricación de licor Carajillo SEGARRA y aunque cuando elaboro los licores por destilación con el alambique, no tengo por costumbre el probarlos, cuando estoy en el laboratorio de la destilería, las cosas cambian porque para realizar el análisis, debo separar los componentes del licor, ya que cada uno de ellos, se valora de forma independiente o aislado del resto.
En el proceso de la separación, utilizo la técnica de la destilación, igual como cuando elaboro los licores SEGARRA en fábrica pero, con un matraz pequeño en lugar de una caldera grande y todo el instrumental acorde con el propósito perseguido, de forma que acostumbrado a trabajar en la destilería, parece de juguete
En la práctica analítica, hay unos determinados momentos que permiten la relajación porque no exigen la atención exclusiva de los instantes críticos y aprovecho para tomar una copita y degustar los licores, salvo cuando analizo la crema de ron, la crema de café y el licor carajillo, porque con estos exquisitos licores, en lugar de saborear una copita, con el sobrante del análisis vuelvo a llenarla y me tomo dos.

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