jueves, 15 de enero de 2009

El soplido del destilador.-

Si fuese un león daría un rugido pero como imagino que no llego a tanto, me conformo con un soplido, pero un soplido de ¡buff! súper estruendoso algo así como un gigasoplido y es que ya tengo las declaraciones-liquidaciones confeccionadas y muchas presentadas, porque si bien los libros reglamentarios los cierro el día 31 de diciembre por la noche al tocar las doce campanadas del reloj, ocurre en consecuencia que después viene todo el papeleo del que nunca hablamos aunque exista como parte fundamental integrada a una actividad desconocida para todos.
Ahora, ya en el tercer milenio, tengo la especial ventaja añadida que, tanto para San Antonio como para San Sebastián, en los pueblos que se festejan estos Santos Onomásticos con fiestas patronales o se recuperan las tradiciones, se consume mucho licor clandestino, del que no se pagan los impuestos por servirse de estraperlo auspiciado por las Autoridades Municipales y la escasez de pedidos, me favorece en poder dedicar a la gestión administrativa el tiempo que debería emplear en repartir los licores destilados naturales a los Clientes cumplidores del ordenamiento legal.
Por ello, como si de un ¡GOL! a la Administración del Estado se tratase, quienes han decidido favorecerme con la compra de los mejores licores del mundo, van a disfrutarlos en estas fechas y en los días sucesivos, porque sabed que mañana viernes día 16 de enero, tendrán el esperado servicio de reparto y entrega del León del Maestrazgo.

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