sábado, 5 de febrero de 2011

Un placer para los sentidos.-

En el mundo del engaño que nos toca vivir, la pérdida de honradez nos conduce a intentar vender toda clase de basura posible, porque al precio que nos cuesta la materia prima, es más bien fácil obtener resultados competitivos y si tenemos por mercado a verdaderos mentecatos, cuidando un poco la presentación siempre es posible colar gato por liebre.
Unas materias primas deficientes, unas destilaciones incorrectas por personas no capacitadas o irresponsables y posteriores mezclas convenientes, conducen a elaborar licores imperfectos que para enmascarar sus defectos, precisan de potingues ataviados con bonitos vestidos de llamativos colorines y ambientadores exóticos.
Los licores son casi como las mujeres, les falta el más importantísimo "casi", pero con el respeto debido, aprovecho el ejemplo para la ilustración. A unas personas les gusta el envase y a otras el contenido. Quienes se fijan en el embalaje descuidando el contenido, son presa de atractivos maquillajes u ostentosos peinados, aunque reconozco sirven muy bien como floreros, pero a quienes les agradan los contenidos sin sugestivos saborizantes añadidos y se enamoran de sus cualidades innatas, el acariciarlos en la copa siempre es un placer para los sentidos porque lo bueno, es bueno por si mismo.

1 comentario:

Odette - Art Rustic dijo...

Totalmente de acuerdo, lo bueno es bueno por si mismo, pero el envase y sus lazos harán que el producto sea más exclusivo, si cabe. Un buen producto + un envase bonito + lazos = producto exclusivo. Cuando se parte de un buen producto, el mercado suele responder positivamente, ya es una suerte. A más lazos, mayor precio y mayor distinción. el problema viene cuando un lazo llega a toma más fuerza que el propio producto. Un ejemplo: las casas de turismo rural Art Rustic y sus lazos, los jacuzzis.