martes, 2 de diciembre de 2008

La continuidad del camino ibero.-

Es evidente que los caminos no se acaban en medio de las montañas, su continuidad siempre las atraviesa o bordea pero, en este caso, yo no lo he recorrido y no puedo indicar su paso o trazado, a partir de ahora, se precisa que algún curioso lector del blog lo continúe desde Aguaviva, posiblemente por el Mas de la Matas en la provincia de Teruel y así sucesivamente hasta Finisterre.
Al noroeste de la Península Ibérica, en las tierras de Ourense, León y Bragança, existen minas de estaño y aunque muchas de ellas están actualmente abandonadas, hace algunos miles de años debieron ser importantes explotaciones que atrayeron la visita a nuestro territorio de múltiples pueblos que lo necesitaban y comercializaban para su desarrollo.
La beta más importante de este metal en el mundo, aflora en la Cordillera Cantábrica, se adentra en el Océano Atlántico y de un giro de 360º, vuelve a aparecer hacia el sur de las Islas Británicas. Huelga comentar la necesidad de su traslado y en consecuencia la razón de un camino que, atravesando la Península Ibérica, uniera el Mar Mediterráneo con el Atlántico.

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