domingo, 3 de mayo de 2009

Los derechos de los clandestinos.-

Que siempre están por encima de las obligaciones de los legales con el beneplácito que quienes aportan poco esfuerzo y sudor a las Arcas de Tesoro Público, confundiendo la solidaridad de boquilla hacia el sinvergüenza, con la necedad.
Este año en las declaraciones fiscales se ha suprimido el impuesto sobre el patrimonio, un impuesto que gravaba a las personas que ahorraban parte de sus ingresos procedentes del trabajo personal y lo reinvertían en la creación de riqueza.
Para marear la perdiz, parece ser que la culpa de los males sociales actuales está en los paraísos fiscales, a donde algunos se llevan supuestamente el dinero que ganan y pagan los impuestos que les corresponde acorde con el ordenamiento legal de su situación fiscal.
En el Reino de España, por trabajar, se gana un dinero, por ganarlo, se pagan unos impuestos y con el sobrante, haces lo que te apetece, pero lo que no se puede es gastar el dinero que no has ganado.

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