domingo, 25 de septiembre de 2011

La solidaridad del hipocrita.-

Cuando era pequeño, cerca de la casa donde vivo, vivía Juan Francisco y como nuestras abuelas tenían mucha afición a hacer puntilla e intercambiaban asiduamente inquietudes, motivó nuestra amistad. Juan Francisco tenía muchos juguetes que por cierto, todos eran míos y yo, cuatro tebeos estropeados que también eran míos.
Desde hace unos años se nos cae la baba pronunciando la palabra solidaridad hasta el nivel de autoconvencernos de lo muy solidarios que somos, llegando a pensar ser muchísimo más solidarios que el resto de las personas de nuestro entorno y especialmente, cuando estamos en público y precisamos cacarear nuestras virtudes.
Esta semana pasada intenté acceder con mi ordenador portátil a la red de Internet para consultar mi correo electrónico y le pedí al inventillo que me buscase las conexiones más próximas, de tal suerte que pillé ocho líneas de acceso, por cierto, todas cerradas con candado, para que nadie se las llevase a su casa. Ahora entiendo lo insolidario que se puede llegar a ser ofreciendo una conexión wifi del tipo http://www.ruralwifi.net/.

2 comentarios:

Odette - Art Rustic dijo...

Cuanta razón tienes, a veces, se hace alarde de la solidaridad pero solo de cara a la galería. Por si la necesitas, tienes abierta la red wi-fi de Art Rustic en Anroig!. Ponte enfrente de cualquiera de nuestras casas, sin intimidar a mis clientes, al otro lado de la calle llega perfectamente con el amplificador de antena que le hemos colocado. http://www.casaconjacuzzi.com

destilator dijo...

Muchísimas gracias por tu invitación, por el momento desde el paseo de la Independencia y desde la aldea de Anroig las unidades de conexión wifi gratuitas del Maestrazgo en Chert están operativas al 100% porque son realmente el centro del universo del mundo.
Salu2 y A10, Julián.