El gran deterioro sembrado por el mundo de pérdida de confianza, engaño, traición, injusticia entre las personas, destruye progresivamente la sociedad edificada sobre principios éticos irrenunciables de respeto, honestidad, sinceridad, acogida de toda vida social y socava la credulidad entre sus miembros quebrando las virtudes de la caridad y la cortesía.
Faltar a la veracidad, es una verdadera violencia hacia el prójimo por atentar ante la capacidad de conocer, condición de todo juicio o de cualquier decisión y propicia la división de los espíritus desde el falso sentido de conservación, para ocultar un estado o situación, evitar un castigo o incluso para no perder la buena imagen.
Un Gobierno acogedor, subvencionador, ayudador o nacionalizador, se posiciona junto al egoísmo corrosivo y miserable, frente al amor a la ciudadanía, hiere por la espalda a quienes con su callado trabajo diario construyen la Patria, la confianza depositada se esfuma como bruma ante el Sol y germina en los corazones del pueblo la pena profunda hacia quien creían bueno, viendo como engaña, miente y traiciona.
3144- INQUIETUDES CABANENSES.
Hace 8 meses