domingo, 9 de octubre de 2011

La sociedad del embuste y la mentira.-

Vivimos en un país y en una época que al parecer todo vale. Se pueden chismorrear toda clase de comentarios inciertos para convertirse en aparentemente el más docto en el tema de la habladuría porque, al parecer, los receptores de tales vocablos, deben ser unos ignorantes que creen por cierto las mentiras que se cuentan.
Algún personaje ocurrente, por tener plantado un jornal de tierra con cepas (tres jornales son una hectárea), lamenta conseguir producir dos mil kilos de uva menos por las condiciones climatológicas anuales y su sapiencia, le permiten confundir el mildiu con el oidium, de tal suerte que, este año sus cepas han producido cinco kilos menos de uva y eso que aclara las está regando.
Y para colmo de recochineo, vendimia, prensa, fermenta y a los veinte días ya dispone de vino apto para ser bebido porque supongo utiliza un formula uno, obteniendo además de forma incomprensible un vino dulce. Es cierto y no me lo parece, que hay quien ha visto mucha televisión porque este tipo de aventura es de película, pertenece al colectivo de los labradores que en el motor del tractor en lugar de caballos tienen yeguas.

domingo, 2 de octubre de 2011

El veranillo del membrillo.-

Estamos en una época cronológica en la que los membrillos adquieren su coloración amarillenta indicando que es tiempo de su recolección. Como fruta no es agradable al paladar cuando se consumen de forma natural, pero una vez cocidos, con el cambio experimentado se consiguen unas cualidades excepcionales tanto en almíbar como en confitura. En Argentina, al queso con dulce de membrillo se llamaba un completo y conservado para el crudo invierno, es un regalo de la naturaleza deleite de lo más exigentes dioses.
Pero no todos los días voy a desayunar queso con membrillo por muy bueno que sea y más que me guste, en ocasiones me apetece desayunar tomate frito con pimiento y sardina, lo que exige ser complementado con un vaso de vino y siendo cosechero recolector de uva y elaborador de vino, no voy a ser tan mentecato como para rubricar este excelente desayuno con un vaso de insípida agua.
Con las pretensiones que tienen nuestros gobernantes que desayunan lechita light con café y pretenden rebajar la tasa de alcoholemia a 0'0 mg. de alcohol en sangre, he tomado la decisión de no salir de reparto de licores los días que almuerce bacalao con tomate. Si alguien necesita del licor que elaboro, deberá desplazarse hasta Chert para llevárselo personalmente de la destilería y no es por que quiera perder Clientes, es porque el Gobierno de España no quiere que pague tantos Impuestos.