sábado, 28 de abril de 2012

Cargar nuestros gastos al vecino.-

Por lo que se comenta en la calle, solo en el ejercicio de 2.011 los españoles pedimos una financiación de 90.000,000.000 euros, estoy hablando de tan solo quince millones de millones de pesetas y no voy a escribir la cantidad de los quince billones en cifra porque el tren de ceros no cabe en el papel. Eso significa que gastamos por encima de nuestras posibilidades un dinero que algún incauto nos prestó de sus ahorros para que nosotros lo disfrutásemos.
Es sabido por lógica que nuestro acreedor no quiere un trozo del país, ni los ríos, ni los montes, sino el pago de los intereses pactados y tampoco está dispuesto a seguir prestando más dinero porque como descubra nuestra insolvencia, nos va a cortar el flujo de capital imposibilitando mantener nuestro estado de gasto o bienestar ficticio.
Ante esta situación tan inesperada, el margen de actividad es muy reducido, o encontramos inmediatamente a alguien que se deje engañar o empezamos a pensar en como reducir nuestros gastos, pagar los intereses y devolver el capital prestado, trabajando más y especialmente en labores de producción para crear riqueza.

viernes, 27 de abril de 2012

Pagar los gastos del vecino.-

Dicen que en España disfrutamos de la mejor asistencia sanitaria del mundo y no solo porque es universal y gratuita, sino porque también nuestros profesionales sanitarios son los mejores por su cualificación y relación humana.
Desde que mi bisabuelo iba con pantalón corto, regularmente se acercaba con su padre a la entonces llamada Delegación de Hacienda a pagar los tributos que le correspondían y a mi, en su día, me pasó lo mismo. En mi caso, recuerdo que en el centro del local había una mesa muy grande llena de sillas a su alrededor que en alguna ocasión los Contribuyentes aprovechaban para ordenar sus papeles, rellenar impresos o firmarlos.
Una buen día de la década de los años 80 que fui a pagar, la Delegación de Hacienda estaba llena a rebosar de personas españolas pertenecientes a un colectivo que en su inmensa mayoría nunca había colaborado en aumentar la riqueza del Tesoro Público y de forma ordenada y muy bien estructurada, estaban regularizando la situación fiscal de cada uno de ellos aprovechando los conocimientos de los más jóvenes de su colectivo.
El cumplimiento de la obligación de presentar una Declaración de Renta con ingresos nulos, permitía acreditar su situación de mendicidad y tener acceso a las ayudas sociales que a derecho les correspondiesen y a una tarjeta sanitaria como ciudadanos del país de residencia.
Esta facilidad de conseguir ayudas sociales a cambio de una mínima gestión administrativa, produjo el efecto llamada correspondiente y poco a poco de forma continuada en el tiempo, muchas personas se acercaron a pedir los derechos que les regalaban por el trámite de solicitarlos.
En pocos años nos vimos desbordados por todos los ilegales que supieron de la bicoca y de forma generalizada, nos parecía correcto que cualquier indocumentado tuviese acceso a los servicios que nosotros también recibíamos supuestamente de forma gratuita pero que sin saberlo, pagaba el vecino, aquel que llegando a la edad de jubilación se moría sin saber la causa, aquel otro que habiendo disfrutado de una vida sana, de repente se ponía malito y acudiendo al Centro Sanitario se moría irremediablemente o quien por accidente, fallecía cotizando a la Seguridad Social.
Con la regulación masiva de papeles a quien de forma ilegal pisó territorio español sin documentación, concedimos altruistamente Tarjetas de Residencia y Sanitaria a desconocidos que ahora en libre circulación por el mundo, acreditan ser Españoles y con su Tarjeta Sanitaria Española, acceso a los servicios correspondientes incluso en su propio país de origen y con cargo a la Sanidad Española.
Desconozco el grado de mal uso de la Tarjeta Sanitaria Española, pero es evidente que algo grave debe estar sucediendo para que el Sistema Sanitario Español esté en banca rota, se recorten gastos en todas las partidas presupuestarias y se estudie la posibilidad de cobrar por las medicinas a los españoles que las necesiten.

domingo, 22 de abril de 2012

Las bien aceptadas ayudas sociales.-

Hace unos años cuando perdimos la brújula y mientras recibíamos ayudas del fondo europeo para alcanzar el nivel de bienestar del resto de los ciudadanos comunitarios, todas las Instituciones Gubernamentales funcionaban de maravilla. Con escasos ingresos contributivos de los propios españoles, fuimos capaces de crecer por encima de nuestras posibilidades y del sobrante, recibir ayudas económicas.
Sin darnos cuenta, pasamos de tener un Estado al que sus ciudadanos aportaban reducidos ingresos por vía impositiva, a disfrutar de un gobierno gallina de huevos de oro al que se le podían pedir toda clase de ayudas y subvenciones para el desarrollo de cualquiera de nuestras iniciativas.
Pero como el dinero vale dinero, aquel dinero muy bien recibido en su tiempo, ahora hay que devolverlo con sus correspondientes intereses a quienes con su esfuerzo y sacrificio, además de ganarlo, supieron ahorrarlo, por lo que lamentablemente, a falta de ingresos suficientes, solo queda como medida correctora, el recortar los gastos.

sábado, 21 de abril de 2012

El justiprecio del valor de lo gratuito.-

Cuando recibimos regalos de forma continuada, tendemos a menospreciarlos y con el paso del tiempo, a no tener consideración alguna hacia la voluntad de quienes nos los obsequian, al entender por cotidianidad, como una obligación hacia nuestra persona de un derecho adquirido por nuestra valía.
Pocas personas se paran a pensar por un instante que el regalo tiene un valor, tanto de tiempo como de dinero para quien lo realiza y hartos de no recibir calurosas aprobaciones o/y viendo confundir el uso por el abuso, se acaba por perder el encanto.
Con el estado del bienestar y por nuestro egoísmo manifiesto, pensamos en cargar el importe de su valor a las generaciones venideras y tal ha sido el nivel de despilfarro en tan corto espacio de años que ahora somos nosotros mismos quienes debemos pagar y con intereses por seguir estando vivos.

viernes, 20 de abril de 2012

Amar al projimo mas que a uno mismo.-

Los residentes en España a 1 de enero de 2.012 ascienden a 47,212.990 personas, de las cuales 17,807.500 personas están ocupadas en administración, servicios y producción y aunque el número de parados aumenta todos los meses, solo alcanza la cifra de 5,273.600 de personas. Lo que evidencia que 18 millones de españoles afortunados deben mantener a 29 millones de personajes sin recursos económicos y por supuesto, a ellos mismos.
Con la desaparición del día de La Hispanidad, la Madre Patria se ha convertido en el País Hermano y como tal, acoge a los emigrantes del resto del mundo. Por nuestros lazos históricos, concedemos tarjetas sanitarias individuales gratuitas a personas procedentes de países muy queridos como Francia con 23.387 personas, Portugal con 32.464 personas e Italia 32.721 personas, con las que nos sentimos muy hermanados y solidarizados.
En cambio, al colectivo rumano solo hemos otorgado 307.554 tarjetas sanitarias y al colectivo marroquí que colaboró en la Marcha Verde hasta ceder la soberanía africana del Sahara e Ifni, les castigamos con 283.261 tarjetas sanitarias individuales gratuitas. Y digo bien, porque, tenemos en la geografía de España además, 66.650 marroquís que por no estar nunca enfermos, aún no tienen derecho a la preferente asistencia médica sanitaria.

viernes, 6 de abril de 2012

Mejorar en productividad o en consumo.-

Dicen por la calle que a mayor velocidad, la gasolina se consume más deprisa y cuando se acaba el depósito, o lo llenamos, o empujamos, o nos quedamos parados. Tal vez sin percatarnos, esto sea lo que nos ha sucedido cuando, durante treinta años hemos acelerado excesivamente el motor laboral para ahora disfrutar felizmente por la satisfacción del trabajo realizado.
En este tiempo, se nos ha castigado con la expresión competitividad, llegando a interpretarla como sinónimo de barato, cuando en realidad se estaba hablando de rivalizar por el logro del fin de despertar el interés de compra de una cosa parecida en ciertas características a otra auténtica, pero aprovechando la ignorancia del consumidor.
Dado que la economía es saber distinguir lo superfluo de lo necesario, en el marco económico actual que nos ha tocado vivir, necesitamos administrar convenientemente los bienes más que estudiar la producción en el sistema, o los rendimientos de los factores productivos.

domingo, 1 de abril de 2012

Parada obligatoria en la compraventa.-

Hoy primer día del segundo trimestre del año en curso, los Comerciantes de verdad hemos cerrado los libros reglamentarios para proceder a realizar las declaraciones de beneficios y las fiscales en general, con la constancia real del problema comercial que tenemos encima por la reducida actividad económica.
Durante algún tiempo se hablaba de las orejas del lobo de la crisis y nadie hacía caso, aunque se evidenciaba la evolución comercial indicativa de un cambio importante en el desarrollo de la actividad de compraventa iniciado en el año 2004 y conduciendo progresivamente a la inestabilidad del sistema por la situación generada a causa del paro en el dinero.
A tan solo tres días de la huelga general de los trabajadores españoles reivindicando mejoras laborales, es congratulable la grandísima suerte del poder disfrutar de alguna clase de salario, sin pensar excesivamente en la posibilidad de mejorarlo inmediatamente, ni quejarse por el excesivo pago de Impuestos.