En los últimos años de la primera década del siglo XXI empieza a recuperarse el consumo de la ginebra en combinación con el agua tónica. La ginebra tuvo poca aceptación social durante la primera mitad del siglo XX, su consumo en El Maestrazgo estaba reducido a algunas de las escasas personas que durante el servicio militar estuvieron por la Isla de Menorca y conocieron lo que en aquella isla llamaban ginet.
Fue a consecuencia del boom turístico de los años cincuenta cuando se incrementó el consumo y por la década de los sesenta, era de tal magnitud que presagiaba superar al masivo consumo de brandy muy de moda por la publicidad televisiva, ya que la combinación de la ginebra en las sangrías y en los cubalibres, hacía que durante el verano las ventas se disparaban exageradamente.
Pero como todas las modas, pasaron rápido y desde la década de los ochenta fueron apartadas por los famosos chupitos de licorcitos afrutados. La industria química de los aromas y sabores sintéticos de laboratorio han estado haciendo su negocio durante tres décadas y se niega a desaparecer del mercado, mas con el botellón callejero, se traslada a la vía pública el consumo de combinados y de entre ellos, la sociedad juvenil recupera el casi olvidado gin tónic también para los establecimientos de ocio.
3144- INQUIETUDES CABANENSES.
Hace 7 meses
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