El pasado jueves estaba como mareado, los medios de comunicación de masas nos anunciaban desde primera hora de la mañana el resultado de los cálculos del IPC de mes de diciembre y nos publicitaban efusivamente el resultado de un 1'4 cuando tan solo hacía unos días había consultado el mismo dato para la provincia de Castellón en dónde vivo y arrojaban un valor de 2'5 para el mes de noviembre.
Con al información obrante en mi poder, me acerco a la bodega para hacerles saber la noticia a los barriles de Brandy SEGARRA encargados de mejorar su sabor a fin de recibir explicaciones de la razón por la que sus mermas de envejecimiento natural no era concordantes con los datos del Gobierno de España para el IPC y menos mal que las duelas están sujetas por unos fuertes aros de acero porque casi se me parten todos los barriles de risa.
Como avergonzado, sentome junto al barril del Brandy GRAN MAESTRE que lleva en la destilería envejeciendo su contenido desde el año 1921, más viejo que las estadísticas y me explicó que una reducción mensual tan estrepitosa a final de año, solo obedece a la necesidad de mantener los jornales laborales al mismo precio, evitando incrementos y revisiones salariales; en los dos últimos años, los ingresos a las Arcas del Tesoro Público en concepto de impuestos, se han reducido a la mitad y las indemnizaciones a los trabajadores parados, se han doblado. Es el teorema del sacar y no meter el que conduce irse todo a perder y aprovechó mi sosiego para recordarme que las estadísticas son como el bikini, muestran datos interesantes pero esconden lo realmente importante, ¿deberé hacer como Winston Churchill cuando solo se fiaba de las estadísticas que él mismo había manipulado?.
3144- INQUIETUDES CABANENSES.
Hace 8 meses
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