Si algún curioso lector ha tenido la ocurrencia de leerse la reglamentación de los alcoholes, habrá observado que el Sr. Legislador está pendiente de todo hasta incluso de los más mínimos detalles, porque con la experiencia de más de 100 años regulando este tipo de actividades, no puede permitirse ni un solo desliz.
Entre las anecdóticas sorpresas que encontramos está la obligatoriedad de que este tipo de establecimientos dispongan de una puerta. No debe extrañarnos que en la reglamentación se cite claramente que todas las fábricas de alcohol tendrán una puerta y no es por evidencia ya que de no tenerla, todos, tanto el Fabricante como los Sres. Inspectores deberían entrar por la ventana y no sería nada práctico.
Pero la verdadera razón por la que todas las fábricas de alcohol tengan una puerta, es más bien económica. Porque si el Estado dispusiese ordenar a los Sres. Funcionarios el control de movimiento, tanto de las entradas como de las salidas de cada una de las fábricas, con el desembolso de un bigote postizo y unas gafas oscuras es suficiente y de tener cada fábrica de alcohol muchas puertas para controlar, el gasto en bigotes y gafas lo harían prohibitivo.
3144- INQUIETUDES CABANENSES.
Hace 8 meses
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