Las plantas con sus aromas, nos ofrecen todo su amplio abanico de sensaciones estimulantes, de tal suerte que, por medio de nuestro sentido del olfato, nos invitan a acercarnos a ellas para beneficiarnos de sus propiedades, experimentando su poder con solo respirar el aire de su entorno.
Los principios activos de las plantas como, los alcaloides, los flavonoides, los taninos, los glucósidos, los mucílagos, los aceites volátiles, los alcoholes, los ésteres, los aldehídos, etc., estimulan el sentido del olfato y a la vez el sistema nervioso central, ejerciendo una acción directa sobre nuestras emociones y con solo oler o captar el aroma, el sistema límbico, activa la respuesta y desde el hipotálamo, se desencadena una vibración por todos nuestros centros nerviosos que se traduce en una sensación de relajación o de estimulación emocional, incidiendo en el comportamiento de las personas, modificando la sensibilidad, la tolerancia, el optimismo, la sensualidad, el recuerdo, la meditación, el relax, etc., en definitiva, restituyendo el equilibrio mental y corporal.
Para la extracción y conservación de las virtudes de las plantas y sus aromas, se utiliza el proceso de la destilación, una operación básica de la ingeniería basada en la diferente volatilidad y en el complejo trabajo y pericia del destilador para no estropear las cualidades que nos interesan de las plantas y separarlas de lo inservible, manteniendo, al transcurso del tiempo, la sapiencia de los viejos alquimistas.
3144- INQUIETUDES CABANENSES.
Hace 8 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario