A principios del siglo XX estaba regentada por sus propietarios la familia Royo. El matrimonio tenía tres hijos y una hija. Por la escasez de recursos económicos del lugar y por la relación comercial con mi abuelo, Julián Segarra Ferreres aconsejó al Sr. Royo que enviase a uno de su hijos a aprender en un comercio y Manuel, fue de dependiente a un establecimiento de Morella. Al paso del tiempo, Gabriel también se acercó a Morella para estudiar en las Escuelas Pías y con la intención de cursar estudios de magisterio para hacerse maestro, marchó a Zaragoza. En la calle Bogiero ¿108?, subiendo a mano derecha, en donde se estrecha la calle, había un tienda de galletas en venta y llamó a su hermano Manuel para comprarla. Manuel atendía el establecimiento mientras Gabriel visitaba clientes y entre los dos montaron el negocio de GALLETAS ROYO. El Sr. Gabriel se casó de mayor y tuvo un hijo que estudió medicina.
Al paso de los años, se incorporó al negocio el hermano Juan, comprando un local en la calle Navarra y construyendo un horno de fabricación en continuo en el que por un lado entraban las galletas en pasta y por el otro extremo salían cocidas. Es anecdótico mencionar que les alquilaron una iglesia y la utilizaban como almacén.
Con escaso tiempo, se acercó a Zaragoza su hermana, cuñado y los dos hijos ya mayores, comprando una finca agrícola y dedicándose a esta otra actividad, con lo que la Venta del Jabonero cerró sus puestas al público definitivamente.
3144- INQUIETUDES CABANENSES.
Hace 8 meses
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